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Fotos de Kevin Sparrow

Isabel Reyes-Todd proviene de tres generaciones de ciclistas y elige el gravel y la aventura como su pasión.  Es una madre mexicano-estadounidense a la que le encanta introducir a gente nueva en el gravel mientras trabaja activamente para aumentar la representación BIPOC (black, Indigenous and people of color) en su comunidad ciclista de Chicago. Invitó a un puñado de riders de diversas procedencias ciclistas a experimentar el Driftless Area del Medio Oeste americano con nosotras.

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A unos 55 kilómetros de lo que inicialmente iba a ser un recorrido de 30 kilómetros, nos sorprendió un chaparrón, en lo alto de lo que parecía el acantilado más alto de Illinois. Nos quedamos mirando el descenso, potencialmente peligroso, sin saber cuál era la mejor manera de abordarlo. El grupo miró a Isabel en busca de su guía gravel:  "¡Vamos a ello!" Se puso en marcha y, una a una, todas la seguimos como su prole de patitos.

 

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Isabel no es ajena a superar las condiciones adversas en los recorridos más duros, y utiliza constantemente sus múltiples experiencias en Mid South y Unbound Gravel para enseñar a las ciclistas que se inician. El Driftless nos sirvió de aula de trabajo por excelencia, en un día de junio húmedo y amenazante de tormenta.  Claramente libre de la acción de los glaciares que arrasaron gran parte del Medio Oeste, El Driftless Area atraviesa valles fluviales, sube laderas arboladas y desciende por acantilados increíblemente escarpados. Isabel reunió a un grupo de riders gravel, tanto novatas como experimentadas para enfrentarse al excepcional paisaje.

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"Soy madre, así que me sentía muy protectora con los nuevos riders", recuerda Isabel. "Estaba encantada de ver cómo superaban la dureza del terreno, la lluvia cayendo, y los descensos. Se paraban para hacerse fotos, y yo me limitaba a observar y a empaparme de ese momento.  Su entusiasmo me ayudó a superar mis propios miedos".

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Durante años, Isabel ha sido la líder no oficial del comité de bienvenida para las ciclistas de gravel femeninas/trans/mujeres (FTM) en Chicago en las redes sociales. Kassi Cork, de la asociación local Half Acre Cycling, recuerda que vio un post en Facebook que la convenció de ir Driftless para montar con una desconocida.

"Alguien que no conocía hasta ese momento, mencionó que estaba organizando un viaje FTM en bicicleta, que comenzaba cerca de la histórica casa de John Deere. Mi abuela vivió en una granja y su actividad favorita era conducir su John Deere, así que me pareció una señal enviada desde el universo. Esa desconocida acabó siendo Isabel, a la que ahora llamo cariñosamente mi tía del gravel. Me hizo sentir muy a gusto y confiada en mi primera ruta gravel. Desprende esa energía enriquecedora, que puedes sentir cuando pedaleas a su lado".

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Isabel también introdujo en el Driftless a Kimberly Fredricks, de All Spoked Up, la tienda de bicicletas de Aurora, Illinois, donde se conocieron hace un par de años.

"Tiene objetivos ciclistas ambiciosos, y esa energía es muy contagiosa. Nuestro viaje fue un ejemplo de ello. Descender bajo un aguacero, chapoteando en los charcos, limpiándome el agua y la tierrilla de los ojos para ver mi trayectoria no suena muy divertido, pero en realidad no paraba de reir porque estaba siendo muy divertido. Al llegar abajo, todas estábamos unidas, empapadas y super felices"

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Jenny Aguilar sólo había montado en gravel una vez anteriormente, en una carrera local, donde conoció a Isabel. Con Isabel pegada a su lado todo el día, consiguieron cruzar la línea de meta. La confianza infundida ese día llevó a Jenny sumarse al viaje por el Driftless.

"Fue el mejor viaje que he hecho nunca. Bajando por un complicado descenso naranja brillante con curvas muy pronunciadas, tuve que parar para bajar un trozo andando. Pero entonces volví a subirme a la bicicleta y me dije: si no lo haces ahora, nunca lo harás. Afronta tus miedos. Estoy deseando echar la bici al coche y recorrer más caminos, colega". 

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Todas se han puesto a prueba a sí mismas de formas totalmente diferentes en el Driftless gracias a Isabel, pero ella reconoce que el mero hecho de salir a montar puede ser lo más difícil para la gente que vive en Chicago.

"Las pistas de gravel se encuentran en lugares remotos, y este tipo de rutas requieren más recursos que desplazarse por la ciudad o las salidas locales. Tengo previsto organizar la logística y la comunidad para hacer que una ruta gravel sea accesible para a la gente que lo quiera probar. Hace falta coordinación y ciclistas dedicados para animar a la gente a montar y disfrutar del gravel juntos".

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Max Aguilar era principiante no sólo en el gravel, sino también en pedalear fuera de Chicago. Isabel la invitó a montar con nosotras,  y conectó rápidamente.

"Isabel me transmitió tranquilidad y me sentí segura para no agobiarme y estar en sintonía con mi propio cuerpo. Poco a poco mi confianza crecía y pude seguir adelante. En uno de los descensos más pronunciados, de algún modo acabé en la parte delantera del grupo e instintivamente salté sobre una gran roca. Me quedé suspendida en el aire durante una fracción de segundo, pero seguí mi trazada suavemente. Me sentí como si acabara de hacer un salto de motocross".

 
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Ninguna de las seis habíamos montado juntas antes de nuestro día en el Driftless, pero Isabel nos hizo sentir como viejas amigas. Desde dedicarnos palabras de ánimo en las subidas, hasta gritar consejos de conducción mientras volábamos cuesta abajo, siempre estaba cerca irradiando positividad. Incluso cuando la malhumorada empleada de la gasolinera del único pueblo de la ruta no nos dejó usar el baño, Isabel sonrió y nos informó de que una vez la empleada le había ofrecido la llave del baño. Si es capaz de seducir a esa señora, puede seducir a cualquiera. Isabel predica con el ejemplo, lo que considera especialmente importante para los indígenas y la gente de color de su comunidad ciclista.

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ES IMPORTANTE HACER CRECER LA REPRESENTACIÓN BIPOC EN EL GRAVEL PARA QUE OTRAS PERSONAS PUEDAN VERSE HACIÉNDOLO TAMBIÉN. SI ADMIRAS A ALGUIEN CON QUIEN TE SIENTES IDENTIFICADA, QUERRÁS PROBARLO.

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Planeó que nos sumergiéramos en el Driftless con una ruta corta de ida y vuelta, pero al final el grupo se animó con un bucle del doble de distancia, pasando por todos los puntos clave de la zona: Devil's Ladder, descenso Diggin Road, pasos Rodden Road y los tres picos de Headquarters Hill. ¿No todo el mundo se atreve con pendientes del 16% en su iniciación al gravel, no? Bueno, la gente de este viaje sí.

“No estaba planeado que fueran 69 Km y 1.066 m de desnivel, pero lo hicimos. Todo el mundo se dejó llevar, exploró un poco más allá y lo hizo con una sonrisa".

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El apoyo de Isabel hace que las ciclistas se den cuenta de que son capaces de mucho más de lo que creen. Organizar una travesía al Driftless no es poca cosa, pero ella lo hace una y otra vez, sonriendo orgullosa cuando las ciclistas logran algo que antes parecía inalcanzable. Kassi está agradecida por la tutela de Isabel y por lo que le aporta la propia región.

"En cuanto al Driftless Area, también me ha enseñado mucho. He aprendido mucho sobre montar en bici y sobre mí misma gracias a las salidas por el Driftless. Todavía soy bastante nueva, pero cada vez voy ampliando mi zona de confort. Quería abandonar en una larga subida cuando vi una mariposa monarca volando a mi lado. De ninguna manera pude abandonar entonces. Supongo que soy más fuerte de lo que pensaba". 

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Después de pasar más de cinco horas juntas en caminos implacables, el pequeño grupo de gravel de Isabel llegó a convertirse en una familia. Compartimos los tentempiés, intercambiamos historias de horror de gasolineras, comimos menta silvestre y superamos una tormenta de verano. Isabel hizo que el Driftless se sintiera como un hogar para todas, y no podía estar más contenta por ello.

"Hoy los corazones rebosaron de alegría. Aquí estamos".

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Esta ruta tuvo lugar en las tierras tradicionales de los pueblos Sauk y Meskwaki, Očhéthi Šakówiŋ, Waazija, Myaamia y Kiikaapoi. Abarca 62.000 kilómetros cuadrados en Illinois, Iowa, Minnesota y Wisconsin. Esta zona, a diferencia de la mayor parte del Alto Medio Oeste, fue eludida por la última glaciación continental. El terreno montañoso y a veces abrupto se hizo más fácil para las ciclistas gracias a la suspensión RockShox, las ruedas Zipp y los componentes de transmisión SRAM que conforman la colección XPLR. Resultaron perfectos para esta ruta inspirada en los conocimientos de Isabel del Driftless.